CELOS MALDITOS
CELOS MALDITOS
Es un silencio que lastima
y me abraza.,
no entiendo porque siento esta soledad,
es un vacío que percibe mi alma.
Miro hacia mi cama
y no estás tu en ella ,
dirijo mis pasos hacia la estancia,
ahí estás ante la ventana pensativo.
Apenas notas mi presencia,
no entiendo porque siento
que ya te has ido
aún estando aquí conmigo.
Tú lejanía lacera mi corazón
y no puedo dejar de pensar
en todo lo que un día nos quisimos.
Pero ya te he perdido,
y no puedo contener el llanto
al comprobar que aún estando a mi lado,
tú ya me has abandonado.
Y de eso la culpable fui yo,
te amaba tanto
que sentía celos
hasta del aire que respirabas,
cuando alguien te miraba
o simplemente cuando no sabía en que pensabas.
Esta maldita obsesión mía
de creer que te perdía
y yo misma
te fui alejando de mi vida.
Los malditos celos
que albergaron mi alma
y como dardos envenenados
entraron y dejaron
esa dosis de desconfianza
en mi corazón.
Ahora se
que aunque te diga que te amo todavía,
tu vida ya no será mía,
pues tú ya en otro amor
has depositado tus alegrías.
Y yo quedaré sola y vacía,
por estos celos malditos
que terminaron
con el amor que me tenías
Lupita Molina de Hoyos
Derechos Reservados
México. 01- 06-2014
Es un silencio que lastima
y me abraza.,
no entiendo porque siento esta soledad,
es un vacío que percibe mi alma.
Miro hacia mi cama
y no estás tu en ella ,
dirijo mis pasos hacia la estancia,
ahí estás ante la ventana pensativo.
Apenas notas mi presencia,
no entiendo porque siento
que ya te has ido
aún estando aquí conmigo.
Tú lejanía lacera mi corazón
y no puedo dejar de pensar
en todo lo que un día nos quisimos.
Pero ya te he perdido,
y no puedo contener el llanto
al comprobar que aún estando a mi lado,
tú ya me has abandonado.
Y de eso la culpable fui yo,
te amaba tanto
que sentía celos
hasta del aire que respirabas,
cuando alguien te miraba
o simplemente cuando no sabía en que pensabas.
Esta maldita obsesión mía
de creer que te perdía
y yo misma
te fui alejando de mi vida.
Los malditos celos
que albergaron mi alma
y como dardos envenenados
entraron y dejaron
esa dosis de desconfianza
en mi corazón.
Ahora se
que aunque te diga que te amo todavía,
tu vida ya no será mía,
pues tú ya en otro amor
has depositado tus alegrías.
Y yo quedaré sola y vacía,
por estos celos malditos
que terminaron
con el amor que me tenías
Lupita Molina de Hoyos
Derechos Reservados
México. 01- 06-2014
22 - 06 - 2014
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