LA RIQUEZA MÁS GRANDE

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LA RIQUEZA MÁS GRANDE

Había una vez
en un lugar muy lejano,
una niña que humilde había nacido
sus padres la adoraban,
pero un juguete regalarle no podían
y el padre molesto renegaba,
de la pobreza que les rodeaba
lo que ellos no sabían,
era que la niña cada año
a los reyes les decía....
No se preocupen
si lo que les pido no me traen,
yo solo deseo que mis padres
sean felices y no sufran más,
porque tristes se ponen
pensando que sentiré tristeza
al ver que ustedes a casa no llegan
y doblando su carta,
la metió a su zapato
y la niña a su cama se dirigió,
quedándose dormida
y al siguiente día,
como cada año se levantó
lo primero que hizo,
fue tomar los zapatos
que en la ventana dejó,
cual fue su sorpresa
al ver que en el había una carta
que ella no escribió,
en la que decía....
Mi querida amiguita,
con cariño esta carta te escribimos
para decirte
que jamás te hemos olvidado
y si ves bajo el árbol,
encontrarás lo que tanto has deseado
presurosa la niña al árbol se dirigió
y asombrada miró,
que los reyes a su casa
¡Al fin habían llegado!
Corriendo fue con sus padres
y feliz los despertó,
diciéndoles vengan a ver
lo que los reyes magos han dejado,
sus padres tristemente sonrieron
pero presurosos la acompañaron
y al ver lo que había,
sorprendidos quedaron
era un hermoso vestido
que a su madre le dejaron
y a su padre unos lindos zapatos,
la niña feliz los abrazó
diciendo
¡Ahora si los reyes magos nos visitaron!
los padres jamás imaginaron
que la niña para ellos pedía,
pues sólo ver felices a sus padres quería
el señor se arrodilló
y abrazando a la niña lloró,
el padre en un zapato
una carta encontró
que decía....
El amor se da sin medida
y la riqueza más grande,
que puedes tener es tu familia
a su esposa e hija abrazó,
feliz del regalo
que los reyes les habían dejado,
pero sobre todo de la enseñanza
que su hija les había dado
pues cuenta se dio,
que el regalo no fue ni el vestido
ni los zapatos
fue el darse cuenta,
que se es feliz
cuando hacemos felices a quienes queremos,
como lo que había hecho la niña
jamás pensó que a ella,
no le importaba si un juguete
los reyes no le traían
lo que ella quería,
era que su familia
siempre estuviera unida .


Lupita Molina de Hoyos
México
06/01/2016
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